18 dic 2011

Arquitectura y Cine: Rollerball


Este es el proyecto de Brian Harms y Keith Bradley, para un estadio olímpico en la Luna. El proyecto parte con la única premisa de estar construido en la Luna. Los estudiantes de 5º curso de la California Polytechnic State University aprovechan el hueco de un cráter de medio kilómetro de diámetro para colocar su estadio, capacitado para albergar a 100.000 espectadores y que además dispone de un gran hotel de invitados, múltiples restaurantes, una planta de energía solar y una torre de comunicaciones.
El proyecto plantea un terreno de juego neutral para las diferentes naciones y deportistas donde la falta de gravedad permitirá batir nuevos records y la aparición de nuevos deportes todavía más espectaculares que los que hoy disfrutamos.

Esta especulación deportiva, aunque solo se trate de un ejercicio académico con más repercusión de la habitual, me transportó automáticamente a la película Rollerball (1975) dirigida por Norman Jewison, y de la que hicieron un remake en 2002 mejorando los efectos especiales de la  original. El guión, basado en una historía del mismo guionista, William Harrison, narra una historia de ciencia-ficción distópica, (género que debeis conocer ya por mi reiteración debido a mi afición al mismo) en el que el planeta, en el año 2018, estaría dirigido por coorporación privadas que aglutinarían el control de los principales recursos.
En este futuro los ciudadanos gozarían de paz pero no de libertad, y sus pensamientos agresivos se centrarían alrededor de un deporte agresivo en el que parece no haber más límites que los de asegurar un buen espectáculo y entretenimiento.






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